¿Cómo contratar un seguro de Vida?
Hay una gran oferta en el mercado de este rubro, pero algunas compañías que otorgan este producto son Metlife, AXA, Mapfre, GNP, Bancomer, Banamex, Sura, entre otras instituciones.
Una vez elegida la compañía, se podrá contratar una póliza de Vida desde el sitio web de la aseguradora o en las oficinas de dicha institución. Una vez ahí, el asesor pedirá que el cliente llene una solicitud con los datos del interesado.
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Solicitud de seguro de vida
Ésta contiene los datos del solicitante los cuales son el nombre, el domicilio completo, la fecha de nacimiento, edad, sexo y el Registro Federal del Contribuyente, RFC.
Después las coberturas del que se está interesado contratar. En ello, el ejecutivo podrá preguntar la forma de pago de la póliza, anual o fraccionada; las coberturas amparadas, fallecimiento, invalidez total, gastos médicos, enfermedades graves, etc., y la suma asegurada.
También incluye a suma asegurada, que es una cantidad establecida en la póliza con la que la compañía se responsabilizará en caso de algún siniestro, ésta puede ser desde $100,000 hasta $300 mil pesos por persona, pero cada aseguradora estipula este monto.
Después se agregan a los beneficiarios, quienes recibirán el importe, ya antes mencionado, en caso de muerte. Es importante que en esta parte se escriba los nombres de los beneficiarios de manera clara y precisa. En caso de que un beneficiario fallezca antes que el asegurado, el valor estipulado acrecentará por partes iguales a los demás, al menos que se estipule lo contrario en el documento.
Cuando se quiera incluir a un menor de edad, las compañías recomiendan no señalar a una persona mayor como representación ya que se le concede el derecho incondicionado de disponer de la suma asegurada y su obligación ante el menor será sólo moral.
Los plazos a contratar pueden ser de uno a 25 años, una vez terminado este lapso se recalcula el valor de la prima dependiendo la edad del interesado y se puede renovar automáticamente.
Cuestionario de salud
Después de llenar la solicitud las instituciones de seguros realizan un diagnóstico médico por medio de un interrogatorio. La edad permitida para contratar esta póliza es de 18 a 65 años, aunque algunas instituciones aceptan desde los 15 años, y la tarifa del mismo se define dependiendo la edad y el sexo. Por ello, el ejecutivo podría realizar unas preguntas médicas para conocer el peso, estatura, variación de kilos, entre otras cuestiones como las siguientes:
- Cantidad de cigarros que se fuman al día.
- Cantidad y frecuencia en la que se ingiere bebidas alcohólicas.
- Si se ha padecido de alguna enfermedad que haya ameritado hospitalización.
- Enfermedades con tratamiento de más de quince días.
- Padecimientos cuyas consecuencias actualmente se sobrelleven.
- Enfermedades con tratamiento médico actual.
- Familiares con cáncer, diabetes o que hayan tenido un infarto.
- Tumoraciones detectadas en los últimos tres años.
- Internación en un hospital por algún tratamiento médico.
- Lesiones actuales.
Es importante que se responda con sinceridad ante cualquier pregunta ya que alguna declaración falsa puede ocasionar que el asegurado pierda derechos y beneficios cuando se necesite reclamar del seguro.
También es muy probable que si la compañía lo considera conveniente, se le realice un examen médico al interesado. Cabe señalar que si no se es fumador, la aseguradora puede brindar algún descuento por ello.
¿Qué coberturas se pueden contratar en un Seguro de Vida?
Existen planes adicionales en el cual el usuario podrá estar protegido en todo momento:
- Fallecimiento: al fallecer el titular, la suma asegurada se destina a los beneficiarios.
- Asistencia Funeraria: puede ser tanto para el contratante como para un familiar.
- Indemnización por invalidez total: se recibe un importe estipulado en la póliza debido a algún tipo de padecimiento o accidente en el que el asegurado queda incapacitado completamente. También puede optar por exención de pago de primas, en el que la persona seguirá asegurada sin tener que hacer más retribuciones a su protección.
- Indemnización por muerte accidental: si por un siniestro la persona llega a perecer, se brinda un monto a los beneficiarios más el de la cobertura de fallecimiento.
- Indemnización por hospitalización: sin importar si el hospital es público o privado, se dará una suma asegurada por hospitalización mayor a 24 horas.
- Asistencia dental: descuentos y revisión gratuita.
- Asistencia psicológica o médica: orientación telefónica o consulta a domicilio.
- Anticipo de suma asegurada: se entregará un importe de la cobertura de fallecimiento si la persona tiene un padecimiento en fase terminal o alguna enfermedad grave cubierta.
- Cáncer u otras enfermedades graves: dependiendo a los padecimientos que cubre el seguro, se brindará una suma asegurada estipulada por esta cobertura.
- Ahorro: una manera en la que la persona podrá juntar un capital para su retiro o para disponer de ese dinero después de un plazo, además de poder invertirlo u rentabilizar dicho ahorro.
- Apoyo escolar: si el asegurado llega a faltar, se puede destinar la suma asegurada a la educación de los hijos mediante un fideicomiso que administra ese dinero.
Recomendaciones después de contratar un seguro de Vida
Los expertos señalan que es importante que el asegurado revise que el contrato coincida con la oferta del seguro y que los datos estén correctos.
Es necesario leer los términos generales del seguro, ya que ahí se estipulan las condiciones de cada cobertura y las exclusiones de las mismas. Por ejemplo, en el caso de Suicidio, algunas compañías solo indemnizarán la suma asegurada después de dos años de haber contratado el seguro y se hará mediante una reserva, que son las primas que ingresa el asegurado, disminuida por los retiros parciales efectuados por el mismo.
También será necesario avisar a los beneficiarios que se cuenta con este tipo de póliza para que después puedan reclamar el importe una vez que el titular haya fallecido.
Asimismo, es indispensable tener a la mano y resguardar en un sitio seguro la póliza, acta de nacimiento y CURP. De igual modo, notificarles a los beneficiarios el lugar donde estarán almacenados dichos documentos.
No está de más guardar los datos del asesor del seguro para cualquier duda o trámite que se necesite realizar posteriormente.